En comparación con los hombres, la mayoría de las mujeres suelen estar más dispuestas a luchar por salvar su matrimonio. Sin embargo, hay momentos y situaciones en las que una mujer no tiene más opción que terminar pidiendo el divorcio. Éstos son algunos de los casos más normales que obligan a una mujer a separarse de su pareja:
– Una pareja abusiva
Esta es la razón número uno por la qué las mujeres deciden divorciarse. Tu pareja puede abusar emocional o físicamente de ti. Lo peor de todo es, cuando después de hablar sobre el problema, notas como no está dispuesto a cambiar su comportamiento. En tales circunstancias, el miedo a un peligro físico será lo peor.
– Traición
Ninguna mujer puede vivir feliz cuando sabe que su marido está con otra mujer. Los fuertes sentimientos que produce infidelidad pueden destruir por completo la relación. En determinadas situaciones, puedes estar dispuesta a perdonar y olvidar, si ves como ha sido un pequeño error y está dispuesto a cambiar su actitud.
– Sentirse abatida
Cuando una mujer siente que no sirve nada más que para hacer la comida o simplemente para mantener relaciones sexuales, puede pedir el divorcio a su pareja de manera rápida. Tu pareja puede no reconocer tus esfuerzos, por lo que te sentirás triste, frustrada y deprimida. Poco a poco, el abatimiento se irá acumulando hasta que termines estallando.
– Otros
Desacuerdos con la educación de los hijos, problemas con los suegros, conflictos por creencias personales, razones financieras, etc.