En ocasiones, una persona puede sentir una enorme lucha entre corazón y razón. Así ocurre cuando el enamorado arrastra la lucha interior de ni contigo, ni sin ti. El plano racional dice una cosa y el corazón, envía el mensaje opuesto. Esta lucha desgasta mucho a nivel interno e incluso, puede hacernos tomar la decisión equivocada. Y es que, la racionalidad excesiva, la tendencia de querer buscar un montón de argumentos, también puede aplastar un sentimiento, o al menos, enfriarlo.
Además, también conviene puntualizar, que el amor no puede ser entendido al cien por cien desde la lógica racional. Sin duda, el amor también tiene elementos que trascienden a la razón: una persona se enamora en el momento más imprevisible y de alguien totalmente inesperado. ¿Cómo encontrar puntos de encuentro que sean puentes entre el corazón y la razón?
El tiempo es importante en el amor
Cuando una pareja acelera el ritmo va en contra de la esencia del propio amor. Cualquier persona necesita tomarse su tiempo para saber qué siente, valorar el grado de compatibilidad y si la otra persona es la adecuada. Desde el plano de la prisa, puede producirse un efecto de espejismo en el que las cosas no son lo que parecen (en los inicios del amor todo parece perfecto aunque luego no sea así).
El sentimiento sano
Los sentimientos forman parte de la vida pero lo verdaderamente importante es analizar el tipo de sentimiento. Es decir, si la compañía del otro es una suma o una resta. Es positivo que el amor de una persona sume a otra motivación, crecimiento personal, ilusiones nuevas, autoestima, respeto, cariño y bienestar. Cuando una persona siente que su autoestima se ha ido hundiendo como consecuencia de ciertas actitudes de la pareja, es importante escuchar la señal de alarma.