En las relaciones personales se establecen juegos psicológicos que requieren necesariamente de dos participantes. Es suficiente con que una de las partes cambie de lugar, para que ese juego se rompa. Un juego posible es el que se establece cuando alguien juega con tus expectativas y te deja casi siempre con la sensación de desencanto. En una situación así tú puedes seguir ahí movido por la esperanza de que algo cambie o acabar con esa situación de una forma consciente dejando de asumir ese mismo rol en ese juego psicológico. ¿Qué hacer cuando alguien juega con tus expectativas y te genera falsas esperanzas?
Valora la claridad
Las personas que son claras no son aquellas que se comportan de una forma ambigua en relación con sus intereses. Una persona que juega con tus expectativas es aquella que es variable en sus afectos al más puro estilo de una veleta. Tú eres el mismo siempre, sin embargo, su interés por ti es cambiante. En ese caso, piensa que no tienes que estar haciendo méritos para ganarte el cariño de alguien. Al menos, si llevas tiempo atravesando esa situación y ese alguien, nunca se decide.
Deja de estar ahí
Para que se rompa ese juego psicológico, es importante que dejes de estar ahí para la otra persona en la misma forma. Eso no significa cortar todo contacto si tú no quieres hacerlo pero sí tiene que cambiar algo en tu actitud hacia el otro. Este paso solo se da cuando el implicado toma conciencia en primera persona de que está viviendo una historia que no le conduce a ninguna parte.
Si crees estar inmerso en una situación así, entonces, puedes hacer balance para comprobar si en tu relación con esa persona existen más momentos de dudas, malestar y desencanto que de ilusión y tranquilidad. Por duro que pueda parecer, nadie jugará con tus expectativas si tú no le dejas.
partele la cara