Existen personas que a pesar de haber tenido múltiples relaciones en su vida, aseguran que nunca se han enamorado. Y aunque esto puede ser cierto, también puede suceder que sí se hayan enamorado pero tengan una visión tan ideal de este sentimiento, que ni siquiera lo sepan. La idealidad te aleja de vivir una realidad en positivo en tu día a día. ¿Qué implica tener una visión realista del amor?
Es imposible estar siempre en la primera fase
Existen personas que asocian de una forma directa el enamoramiento con las mariposas en el estómago, el nudo en la garganta, los nervios por ver a la nueva pareja, la impaciencia ante una cita… Sin embargo, es imposible estar siempre en esta primera fase. Llega un momento en el que ya no es tan novedoso quedar con la pareja, ni se siente tanta emoción a su lado.
Pero por supuesto, el paso del tiempo aporta cosas buenas a una relación: más confianza, más seguridad, ilusión compartida, vivencias comunes, menos dudas, mayor conocimiento mutuo…
Problemas de pareja
Todas las parejas discuten, las que no lo hagan puede que sea porque tienen una relación tan superficial que no se conocen. El problema no está en discutir sino en cuánto y cómo se discute. Pensar que por el hecho de querer a alguien se está de acuerdo en todo con esa persona es un gran error.
El ideal romántico de “somos dos en uno” es falso porque cada persona tiene su identidad y su propia esencia. Tener pareja resulta enriquecedor porque la diversidad es fuente de riqueza: el otro aporta algo diferente a tu vida en base a su modo de ser, sus valores y sus creencias. El enamoramiento real no tiene nada que ver con el proceso que se muestra en una película de Hollywood.
Estoy de acuerdo con que Hollywood nos vende algo imposible, lo mejor es crearse su propia película y darnos cuenta que los finales pueden ser muy variados, que la película ideal no existe y que el proceso de producción depende enteramente de nosotros.
Bonito comentario!