Aspirar a que una decepción no nos afecte es como ir en contra de nuestra verdadera esencia. Es normal sentir un dolor interno ante ciertas actitudes de los demás. El dolor es un hecho subjetivo, es decir, responde a la interpretación que tú haces de esos hechos. ¿Cómo lograr que una decepción te afecte lo mejor posible?
Valora la situación con objetividad
Date un margen de tiempo para pensar en ese dolor y después, pasa página de una forma consciente para no quedarte estancado en esa situación. Una vez que se haya pasado el impacto inicial de la emoción que en ocasiones, nos lleva a distorsionar la realidad, puedes analizar racionalmente el hecho en sí mismo. Es curioso cómo un mismo hecho puede tener una perspectiva totalmente distinta en función de cómo lo analizas.
Centra tu atención en planes inmediatos
Perdemos mucha energía al seguir pensando durante varios días en un hecho que nos ha dolido. Organiza planes y céntrate en ellos para estar ocupado y para llenarte de nueva energía positiva. Te servirá para renovarte por dentro con nuevas vivencias y restar peso a esa decepción.
Busca tu fuente de amor incondicional
La mayoría de las personas tienen en su vida una fuente de amor incondicional, una persona que está ahí siempre de una forma desinteresada. Alguien que ve lo mejor de ti y que te valora tal y como eres. Comparte tiempo con esa persona porque te hará sentir bien nuevamente. Cuando estás con alguien que sabes que te quiere de verdad, sientes que tu autoestima mejora, mejora también la imagen que tienes de ti mismo y te quieres un poco más.
Esta dosis de amor extra te ayuda a curar las heridas internas y ese sabor amargo que queda dentro de uno mismo después de una decepción de cualquier tipo.