Existen muchas personas que están en pareja, sin embargo, su relación es todo menos una pareja. Existen personas que en realidad conviven bajo el mismo techo pero eso es lo único que comparten en común porque hacen vida por separado en el tiempo de ocio, no comparten espacios sociales en común, planes, tienen una mala comunicación… El objetivo, para ser feliz, no es tener pareja sino formar una relación estable, poder contar de verdad con la otra persona… Es decir, se trata de tener una relación que sume cosas buenas a tu vida y que no te reste energía positiva, calma, motivación por la vida y tranquilidad.
Ser una pareja
Ser una pareja implica formar un equipo junto a otra persona. Las dos personas se conocen bien de verdad, disfrutan estando juntas, haciendo planes en común… Eso no significa que cada uno no tenga su espacio de forma independiente, pero es imposible alimentar una relación cuando ninguno de los dos se molesta en hacerle un hueco en la agenda al otro.
El concepto de ser, remite a la esencia o naturaleza de una relación, por tanto, nombra el corazón mismo de una pareja.
Tener una pareja
Tener pareja es una expresión que muestra el sentido de propiedad que puede tener una persona sobre otra. Se utiliza de una forma coloquial, sin embargo, las palabras no siempre se utilizan de la forma adecuada. El verbo tener remite a la posesión y al control. El verbo tener remite a algo estático, cuando en realidad, una relación es algo vivo, algo que está siendo, es decir, es un vínculo dinámico que cambia y evoluciona a lo largo del tiempo.
Los filósofos han utilizado el concepto de ser en metafísica como esa realidad trascendente que está ahí aunque no la vemos. Y así es el amor, una realidad que cuando es de verdad, nos trasciende.