La amistad es algo que aporta mucha felicidad y bienestar en la vida de las personas. De hecho, la amistad es un bien puramente humano, al igual que el amor. Tú tienes la capacidad de elegir a tus amigos, acercarte a aquellos que te hacen bien y te ayudan a mejorar, y en cambio, también puedes apartar de tu mundo social a todas aquellas personas con las que no disfrutas de su compañía. Tener amistades por compromiso causa más malestar que bienestar, por ello, merece la pena ser valiente y honesto con uno mismo y con el otro para no caer en el autoengaño de creer que hay una amistad donde sólo existe un poco de hipocresía y miedo a la hora de romper el vínculo. Los amigos son tan importantes que por ello, tienes que dedicarles tiempo. ¿Cómo lograr este objetivo?
En primer lugar, teniendo un orden de prioridades en tu vida. Siempre sacamos tiempo en nuestra agenda para todo aquello que nos gusta. Pero el problema surge cuando existen escalas de prioridades que puede que no sean coherentes. Por otra parte, sé selectivo, es imposible tener muchos amigos. Sí es posible tener grupos de amistades con los que salir un sábado por la noche, hacer planes y pasarlo bien. Sin embargo, son pocas las personas con las que se puede contar de verdad ante un problema. Por ello, si tu tiempo es reducido, intenta dar prioridad en tu vida a aquellos que de verdad te aportan.
Cuando te propongan un plan, intenta asistir. Merece la pena aprovechar las ocasiones y disfrutar de esos momentos. Especialmente, conforme llega la madurez, es habitual que los grupos de amigos se reúnan con menos frecuencia que en la adolescencia. Sin embargo, lo importante es mantener el vínculo y también, apostar por la calidad del tiempo en vez de por la cantidad.