Los momentos menos románticos de la convivencia


En la vida diaria de una pareja, hay momentos especiales y otros que no lo son tanto. Es decir, el romanticismo no define en esencia al amor ya que también existen otros ingredientes que también constituyen la historia, y que sin embargo, son menos atractivos, difíciles de sobrellevar e incómodos. ¿Cuáles son los momentos menos románticos de la convivencia?

Por ejemplo, es una gran molestia sentir los ronquidos de la pareja a la hora de dormir. De hecho, esta situación hace que muchas parejas apuesten por la alternativa de dormir en habitaciones separadas dando prioridad al confort y al bienestar. Por otra parte, el momento en que hay que dividir las tareas de la casa de una forma equitativa es muy positivo. Sin embargo, no es nada romántico llegar a casa después de un día de duro trabajo y ver que la otra persona no ha cumplido con su responsabilidad y está todo en desorden.

Por supuesto, las discusiones cotidianas también constituyen momentos poco agradables en la rutina, de hecho, muchas veces, puede que se discuta por situaciones sin importancia. En este caso, el lado más romántico de una pelea es la reconciliación cuando se recupera el equilibrio en la unión. La convivencia siempre supone todo un reto en una historia, sin embargo, después de haber dado el paso también es posible potenciar mucho más la relación, precisamente, porque cuanto más se comparte más opciones hay de conocer al otro y de vivir el presente en común.

En casa también se puede generar romanticismo a través de una cena más especial, llevando el desayuno a la pareja por sorpresa a la cama, viendo una película bonita en la televisión, creando un ambiente especial en el hogar, o simplemente, haciéndole la vida llevadera a la otra persona.

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