El orgullo es un sentimiento que cuando interfiere en las relaciones sociales se torna negativo, es decir, marca una distancia. Sin embargo, el orgullo en el amor es posible. Así sucede cuando alguien te muestra sus sentimientos y tú no responde de una forma asertiva, simplemente, porque quieres poner a prueba a la otra persona. Como si tuviera que hacer méritos por estar a tu lado porque no es lo suficientemente digna. Del mismo modo, el orgullo interfiere cuando a pesar de saber que has podido herir a tu pareja en algo, no quieres pedirle perdón porque sientes que eso es rebajarte.
El orgullo también puede interferir a la hora de pedirle una segunda oportunidad a la pareja y de luchar por ella. En esencia, parece que el orgullo nos protege de algo, sin embargo, la realidad es que nos aleja de nuestras metas, de nuestros objetivos, y especialmente, de las personas que queremos. El amor implica cercanía, no distancia. Por ello, la humildad es el mejor camino para abrir la puerta de esa esperanza llamada amor.
Existen películas excelentes para reflexionar sobre el papel del orgullo en una relación de pareja. Por ejemplo, Orgullo y Prejuicio. ¿Qué puedes hacer cuando tu pareja tiene demasiado orgullo? En primer lugar, hablar con ella. Es decir, ayudarle a entender cómo te sientes tú ante su modo de ser, puede ayudarle a entender las consecuencias desde un punto de vista emocional. Por otra parte, también puedes ayudarle a entender el tiempo que se pierde por puro orgullo de una forma poco útil. Además, también es bueno que pongas sentido del humor a la situación. Es decir, en más de una ocasión, el fuerte orgullo de una persona puede romperse a través de la ironía y la risa. ¿Qué opinas sobre esta cuestión?