Existen personas que quieren que todo sea perfecto. La mente humana, en esencia, sí aspira a poder vivir una historia que sea lo más bonita posible. Sin embargo, de la mente a la realidad existe un abismo en más de una ocasión. Por ello, la perfección reside precisamente en la imperfección. Esa que te impulsa a poner más de tu parte, a dar más y recibir menos, a cambiar las cosas.
El amor es perfecto en cierto modo pero también contiene muchas limitaciones. Es normal que haya defectos en tu pareja que no te gustan, pero es más importante todavía que sepas apreciar sus virtudes. Si la balanza está desequilibrada, entonces, tal vez estás junto a la persona equivocada ya que es fundamental estar al lado de alguien a quien poder admirar por algo. La admiración de hecho, surge del amor. De la contemplación de cierta perfección en alguien.
Las comedias de Hollywood son fantásticas para ver en el cine y para disfrutar de un plan romántico. Sin embargo, más allá de este punto, estas películas no reflejan la realidad de una historia de amor en la que hay que tener mucha paciencia, capacidad de perdonar y saber esperar. El sacrificio también forma parte del amor, al menos, de un amor estable que se prolonga a lo largo de los años.
De lo contrario, una pareja que no tiene la capacidad de sacrificarse de forma sincera por el otro, no podrá superar los obstáculos. Obstáculos que son tan reales como un periodo de desempleo, no llegar a un punto de acuerdo en un asunto importante, la convivencia… La perfección del amor se basa en el propio sentimiento que surge más allá de la voluntad, en el momento más inesperado cuando alguien irrumpe en tu camino de forma mágica. Disfruta de cada momento de tu historia.