La diferencia de opiniones no sólo es algo positivo sino también saludable en el seno del amor, la familia y la pareja. Sin embargo, también es verdad que desde un punto de vista emocional, algunas personas sienten que pierden el control de las cosas cuando se encuentran con alguien cercano que les dice algo que no quieren escuchar porque es contrario a sus ideas.
Y además, siendo realistas, la diferencia de opiniones va supuestamente en contra de ese ideal del amor romántico con el que han crecido tantas chicas a lo largo de su vida a través de los mensajes derivados de los cuentos de hadas y de las películas de Hollywood. Es normal tener diferente criterio sobre temas trascendentales y también cotidianos. Es decir, se puede discutir por algo tan básico en apariencia como el hecho de qué plan hacer un fin de semana. Por ejemplo, puede que él prefiera quedar con sus amigos mientras que ella, había pensado en un plan más tranquilo.
Lo más importante ante una diferencia de criterio es mantener la calma y la tranquilidad. Incluso, también pensar en positivo porque si ambos pensasen igual en todo, entonces, el amor sería un aburrimiento como consecuencia de la monotonía y de la falta de improvisación. Es normal que cada persona sea diferente porque además, cada uno ha recibido una educación distinta, unos valores y tiene sus propias vivencias.
Las diferencias de opiniones se pueden mitigar a través de la comunicación eficaz, y especialmente, a través del cariño, la comprensión y la ilusión por conocer de verdad al otro tal y como es. Es decir, no se trata de amar en base a como uno quiere que sea el otro sino respetando la libertad que surge de la alteridad.