Tu vida es tuya, ese es el principal motivo por el que merece la pena que a veces, dejes de lado los consejos de aquellos que te rodean, la opinión de terceros, y te impliques al cien por cien, en la conquista de tu propia felicidad. Y claro está, también en esa lucha particular por atraer la atención de la persona que te gusta o por superar el miedo de estar con ella y comprometerte. Las opciones pueden ser varias y muy diversas.
Generalmente, las personas que tienen un bajo nivel de autoestima esperan de forma constante la aprobación de los demás antes de dar un paso. Lo mejor es que pienses que no hay nada bueno o malo en función de criterios externos, lo mejor es que siempre que hagas algo, sea algo acorde a tu conciencia. Por ello, sigue tu intuición en el amor, confía en tu percepción interior.
Existen personas que cuando empiezan a sentir algo por otra persona lo cuentan demasiado pronto para conocer qué pensarán los demás. Yo creo que es bonito que si estás sintiendo algo especial por alguien te des el regalo de vivirlo sin contárselo a nadie. Este es un signo de autoestima y la verdad es que cuanto más te quieres a ti mismo más probabilidades tienes de alcanzar aquello que de verdad deseas en tu vida.
La intuición es una forma de conocimiento diferente. Ligada al corazón y a la razón al mismo tiempo. Por supuesto, no te aconsejo vivir solo al compás de tu intuición sino que debes meditar las cosas. Pero a veces, cuando hablamos de amor, especialmente, cuando hablamos de un amor en su fase inicial, la racionalización excesiva te puede llevar a alejarte en vez de acercarte a la persona que te importa. Sencillamente, porque cuanto más pensamos más miedos pueden surgir.