Existen diferentes tipos y grados de amor, esta es una de las razones por las que también hay que hacer un esfuerzo especial para detectar el enamoramiento al cien por cien, con total convicción. El amor romántico es muy diferente al mero gustar. Al final, cuando alguien te gusta, su presencia te resulta agradable, sin embargo, puedes controlar ese gustar con total naturalidad.
De tal forma, que tampoco sufres por no verle, ni hablar con él. En base a la diferencia que existe entre el amor romántico y la mera atracción, es posible que una persona tenga pareja y aún así, sienta cierta sensación de agrado por otra. Cada sentimiento aporta algo diferente en la vida de una persona. Pero está claro que cuando hablamos de amor de verdad, nos referimos al amor romántico.
A ese que aparece en el momento más inesperado y también, con la persona que menos imaginas. Muchas personas tienen un prototipo de hombre o mujer ideal, sin embargo, en más de una ocasión, en la práctica comprueban que sus expectativas son diferentes. Otra de las claves del amor es que tú mismo te sorprendes.
Por otro lado, el sentimiento es incontrolable, empieza a crecer al margen de tu voluntad y de tu razón. Por ello, también es posible sufrir en caso de que las cosas no vayan al ritmo que tú esperas, sientas una decepción o simplemente, tengas que hacer frente al rechazo. Por ello, se debe hacer un gran esfuerzo por superar un desamor y volver a recuperar el equilibrio interior.
En cambio, nadie sufre por una persona por la que simplemente, siente una leve atracción. Atracción que en muchos momentos, puede basarse también en la simpatía que se siente hacia la personalidad del otro. El mero gustar se vive en presente, en cambio, en el amor romántico también se potencia el recuerdo. Es decir, cuando te enamoras puedes recordar una y mil veces, un momento que has vivido con esa persona que es especial para ti.