Existen momentos muy difíciles en la vida para los que no estamos preparados. Uno de estos momentos es la ruptura de una amistad. Este tipo de rupturas, pueden ser tan dolorosas como por ejemplo la ruptura de una pareja. La vida, a veces, no es justa y hace que las relaciones amistosas desaparezcan de un plumazo. Muchos aseguran que las expectativas son las raíces de todas las desilusiones.
La ruptura de una amistad puede producirse por diferentes motivos. Uno de estos motivos puede ser la incompatibilidad de tu amigo con tu pareja. Pero ¿quién tiene, en realidad, la culpa de esta ruptura?¿fuiste tú? ¿fue tu pareja? ¿no se cumplieron las expectativas? A veces, estas tristes situaciones, nos hacen ver quiénes son en realidad nuestros verdaderos amigos. Todos hacemos a lo largo de nuestra vida. Unos se quedan para siempre y otros se marchan.
¿Has pensado en perdonar? A veces nuestro orgullo nos hace perder cosas que, a la larga, pueden marcar nuestra vida. Perdonar es una tarea muy difícil de aprender pero, te permitirá no romper una amistad que puede llegar a durar toda la vida. Las amistades rotas pueden ser increíblemente difíciles de recuperar. A veces, no hay un punto de unión en lo que se ha roto. Si el problema es que te has dado cuenta de que sois incompatibles, no olvides poner fin a esa relación con respeto y sigue para delante, sin mirar atrás.
Cortar las relaciones de amistad insanas es algo alentador, y liberador. Al barrer los pedazos de tu vida, limpiarás el desorden que puede existir en ella y podrás colocarla nuevamente para empezar otra etapa.