Algunas parejas comienzan a tener problemas cuando llegan los hijos a casa. A menudo hay cambios en la vida sexual de la pareja, y muchas mujeres tienen inseguridades acerca de su cuerpo después de tener un bebé. Las parejas casadas tienen que aceptar la realidad de que la vida les va a cambiar para siempre, una vez que tienen hijos.
A veces los hombres se sienten rechazados y no queridos por sus esposas debido a la cantidad de tiempo que dedican a cuidar a los pequeños de la casa. Algunas mujeres sienten resentimiento hacia sus maridos, porque no notan que estos estén involucrados en el cuidado de los hijos y del hogar. Los maridos y las mujeres tienen que entender que deben trabajar juntos como un equipo. Tampoco deben olvidarse de fomentar y nutrir su relación como pareja.
Muchas parejas casadas notan como su vida sexual se desacelera con la llegada de los niños. Las mujeres, a menudo, se sienten de manera diferente. Después de un parto, creen que su cuerpo ya no es el de antes y no se sientes sexys, por lo que se vuelven inseguras y están menos cómodas a la hora de mantener relaciones con su pareja. A menudo, las mujeres adquieren una cantidad sustancial de peso durante el embarazo, y tienen dificultades para perderlo. La responsabilidad del bebé, también las puede agobiar.
Puede ser muy difícil para las mujeres recuperar su autoestima y recuperar una imagen corporal positiva. Muchos maridos tienen dificultades para comprender por qué sus esposas no están como antes del parto. Lo mejor es que os sentéis hablar y os hagáis saber cómo os sentís. En el caso del chico, este debe hacer sentir a su mujer que sigue siendo igual de sexy para él.