Si tus respuestas a estas preguntas son “sí”, párate a pensar. Estadísticamente tienes un mayor riesgo para terminar divorciándote de tu pareja.
1. ¿Te casaste a una edad temprana?
Si esperas a casarte, al menos, hasta los 25 años, las probabilidades de que tú matrimonio sea un éxito serán mayores.
2. ¿No llegasteis a terminar vuestros estudios?
Según diferentes estudios, las personas que llegan a realizar más estudios, tienen menores tasas de divorcio.
3. ¿Vuestro ingresos son demasiado bajos?
4. ¿En vuestro matrimonio existen creencias religiosas diferentes?
Esto no condena necesariamente a un matrimonio al fracaso, pero no hay que tratar de convertiros mutuamente.
5. ¿Tus padres se divorciaron?
Aunque parezca una tontería, estadísticamente esto aumenta las posibilidades de tu divorcio en un 14%.
6. ¿Os criticáis y os dais la lata mutuamente?
No lo hagas. La falta de respeto es muy importante en una relación, y si se pierde es un verdadero problema para los dos.
7. ¿Tu cónyuge se niega a compartir las tareas de la casa?
Esta es una bandera roja enorme.
8. ¿Has asistido a alguna clase de educación prematrimonial?
9. ¿Es tu segundo matrimonio?
Si tus habilidades de comunicación son escasas, te ocupas de diferentes cuestiones de tu ex-pareja y cuentas en tu nueva familia con hijastros que no te aceptan, ten mucho cuidado.
10. ¿Estás teniendo “descuidos” como pensamientos de infidelidad, beber demasiado o tonteo con las drogas?
Sin ayuda profesional, tu matrimonio probablemente no llegue a buen puerto.