Cada vez más y más parejas están cambiando el “diseño de la cama”. No es de extrañar que muchas parejas duerman en camas separadas. Las razones más comunes por las que dormir separados son muy básicas: ser muy mayores, atender mejor a los niños de la casa o simplemente tener horarios diferentes. Para muchos especialistas en el tema estos es un signo claro de que existe un problema en la pareja.
Cuando se comienza una relación, dormir juntos en una bonita novedad pero, con el paso del tiempo las cosas empiezan a cambiar. Las personas de edad avanzada a menudo no pueden obtener el descanso que necesitan con su pareja. Ronquidos, dar demasiadas vueltas, y levantarse un montón de veces pueden hacer que la noche se convierta en un verdadero calvario. Cuando los niños han crecido y se van de casa, muchas personas descubren que tienen un nuevo espacio para descansar en paz y con tranquilidad.
Eso no significa que debamos asumir que el amor ya no existe. Otro de los motivos por lo que se elige dormir en camas separadas es por el tema del sexo. Dormir es muy importante para algunas personas, y el sexo es más importante para otras. Si nunca os ponéis de acuerdo con los temas sexuales, dormir separados los días de diario puede ser una solución.
El siguiente motivo es el de los niños. Después de tener un bebé muchas parejas deciden dormir en camas separadas para que uno de los dos pueda descansar mejor. Lo habitual es que la madre se levante y dé de mamar al pequeño y le cambie los pañales. Cuidado con crear una exagerada dependencia al niño ya que si se le malacostumbra los padres no volverán a dormir juntos.