Las experiencias que hemos tenido en nuestra vida nos marcan y en ocasiones, demasiado porque en realidad, el pasado no condiciona el presente. Si estuviésemos determinados por el ayer, entonces, no existiría esperanza sentimental para aquellas personas que han sufrido tanto en este contexto. Tener una actitud positiva ante el amor es un trabajo interno personal, que merece la pena llevar a cabo: simplemente, porque los resultados son mejores. Vives con más tranquilidad, te predispones de una forma adecuada ante la realidad, disfrutas de la vida sin hacer un drama porque las cosas puedan salir como no esperabas.
Existen personas que ponen un peso excesivo en una primera cita, ponen toda su felicidad en ella, actuando de esta forma, es normal que luego se produzca la frustración ante una decepción. Aprende a relativizar, recuerda que en realidad, no conoces tanto como crees a esa persono con la que has quedado. Relájate y disfruta del momento, al margen de lo que pase después, ese momento ya quedará para siempre en tu corazón, forma parte de tu vida, te enriquece como persona y te enseña algo nuevo. Por tanto, siéntete afortunado y aprende a dar las gracias por esa oportunidad que tienes.
Disfrutar de una primera cita en ocasiones, se hace difícil a nivel emocional por las ilusiones excesivas, por el deseo de gustar al otro, por el hecho de querer que todo sea perfecto y fluya como en una película. Todos estos deseos, que en apariencia pueden ser muy bonitos, en realidad son los que arruinan el momento de una primera cita.
Para tener una primera cita bonita y agradable, y predisponerte bien hacia ella, sigue con tu rutina normal los días previos a esa cita, no te quedes paralizado anhelando ese momento. Date mensajes de ánimo: “Todo irá bien”. Cuida tu imagen, elige un sitio que te guste, y todo lo demás, vendrá solo porque será lo que tenga que ser.