La paternidad múltiple de los indígenas

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En un número significativo de culturas amazónicas la mujer podía permitirse la licencia de disponer de múltiples parejas sexuales ¡Es más… cuando una mujer quedaba encinta, cada hombre con el que había mantenido relaciones se convertía en padre biológico parcial de su hijo.

Una de las ventajas de dicho modelo de paternidad múltiple consistía en la participación de diferentes varones en la manutención de la criatura recién nacida, reduciéndose de esta forma el riesgo de mortalidad infantil.

En este sentido, ante la amenaza de guerras y conflictos (tan habituales en las antiguas sociedades amazónicas), si se daba la situación que la madre quedaba viuda, siempre quedaba el recurso de otras figuras paternas para el pequeño retoño.

Los varones se sentían felices compartiendo a sus esposas ya que así se lograban crear o reforzar alianzas entre ellos. Ya que se creía que los padres secundarios realizaban una contribución genética, también las féminas se garantizaban aportaciones materiales de varios hombres. Asimismo tanto varones como mujeres, hacían regalos a la persona que querían convertir en pareja sexual suya.

Estos datos se desprenden de un estudio llevado a cabo principalmente en Brasil, Bolivia, Perú, Ecuador, Venezuela, Colombia y las Guayanas.

El investigador Robert Walker, de la Universidad de Missouri (EE UU), refleja así algunas de sus conclusiones:

Esta costumbre empezó hace unos cinco mil años y se mantuvo en la mayoría de las sociedades de la región hasta hace un par de generaciones; probablemente aún se mantenga en 20 ó 30 comunidades que apenas tienen contacto con el exterior. Se trata de zonas donde no hay importantes recursos que se puedan heredar y en cambio se depende mucho de la familia y de la red social.

También se han dado casos aislados de sociedad con paternidad múltiple en la India y Papúa Nueva Guinea.

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