Muchas parejas dan el gran paso y deciden montarse su propio negocio. Esta no es una mala idea si ambos son conscientes de las cosas buenas y las malas que vivirán juntos a partir de ese momento. Uno de los negocios más habituales que suelen ser gestionados por dos personas que mantienen una relación son los restaurantes. La idea es emocionante: organizar, diseñar, buscar… y todo ello en pareja.
Elegir un restaurante como negocio para ambos es una opción bastante arriesgada ya que estadísticamente la mayoría de los nuevos restaurantes que se abren suelen cerrar a los dos años de su apertura. ¿Por qué se producen estos cierres? Esto es algo que ambos cónyuges deben plantearse por que el cierre del negocio puede traerles más problemas de los que pensaban: agobios, discusiones, etc.
Algo que los dos deben plantearse primeramente es realizar una completa y excelente planificación inicial. Uno de los pasos más importantes antes de sumergirse en un negocio de cabeza es planificarlo perfectamente. Los empresarios suelen dar este paso y pensar que ir organizando todo sobre la marcha es lo mejor. Aquí es muy importante la comunicación con la otra persona. Es importante saber qué es lo que quieren ambas partes para no empezar con discusiones desde el primer día.
El tema del dinero puede traeros más de un problema a la relación por lo que aconsejable decidir de antemano decidir la cantidad de capital que vais a invertir en el negocio inicialmente. Lo siguiente que debéis hacer es pensar en qué tipo de cocina os gustaría especializaros o en qué tipo de clientes queréis que os visiten. Con un poco de paciencia y alguna discusión que otra, seguro que vuestro restaurante marcha de maravilla.