Mediadores en el proceso de divorcio


La mediación puede ser la mejor solución a los problemas prácticos que enfrentan a las parejas, cuando un matrimonio termina. Separarse de la persona con la que has tenido una relación durante un largo periodo de tiempo puede ser extremadamente doloroso. Se mezclarán toda clase de sensaciones, desde la ira y el resentimiento hasta las más grandes frustraciones.

La mayoría de las parejas recurren a la ley para que cada uno se lleve lo que le pertenece y nada más. Lo que pasa es que estos procesos suelen ser largos, costosos y muy duros de sobrellevar. a menudo es el comienzo de un proceso costoso y frustrante. Llega un momento, si la relación ha terminado muy mal, que no sólo se espera sacar el máximo a la otra persona, sino que se espera que la otra persona “pague” por todo el daño emocional que nos ha hecho.

Tal vez visitar a un especialista (conocido como mediador) puede facilitar los trámites de la separación. Él os puede ayudar esos puntos medios que vosotros por separados sois capaz de encontrar y que harán que el proceso sea menos doloroso para ambas partes.

Un experimentado mediador acabará con lo que denominan el «equipaje emocional», es decir ahora sí, ahora no, etc. Ayudará a centrarse a cada una de las en las cuestiones prácticas que hay que resolver. A través de la mediación puede llegar la comprensión en todos los campos a tratar: finanzas, niños, visitas, etc. Al final de las sesiones, normalmente no más de tres o cuatro, se puede llegar a elaborar un “acuerdo” que cada una de las partes pueden pasar a sus abogados y establecerlos como normas.

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