Marcharse de una mala cita


El mundo de las citas no siempre es de color de rosa e interesante. En nuestro intento por conocer a la persona de nuestros sueños nos encontramos con una variedad de experiencias, no todas de ellas demasiado agradables. Memorables o no, las citas pueden ser malas y pueden dar lugar a una serie de consecuencias que nos pueden producir más de un dolor de cabeza.

En esos momentos en los que sabes que esa cita no va por buen camino es importante saber encontrar una vía de escape. Lo primero que debes hacer es tratar de ser honesto. Si la cita es con una persona muy agradable pero notas que no hay conexión, explícaselo de manera sencilla y con un montón de cumplidos. Los cumplidos hacia su persona te evitarán momentos demasiado incómodos.

Debes utilizar el sentido del humor. Las citas malas tienden a ser las más memorables. De esta manera te aseguras más de un momento divertido para compartir con tus amigos. Este simple pensamiento puede hacer que sea más fácil pasar por una serie de conversaciones sin interés. Muchas personas deciden inventarse una emergencia para salir corriendo de este tipo de citas.

Si tú no eres capaz de fingir esa emergencia, debes intentar otra excusa que te permita ahorrarte algo de frustración. No des demasiado pie a la otra persona para que llegue a pensar que vais a tener una segunda cita. Deja la lástima a un lado pero no seas cruel. Si te sientes insultado o amenazado de cualquier forma no necesitas ninguna excusa para marcharte. Levántate y márchate.

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