Llega tarde a las citas


La verdad es que la puntualidad es un punto positivo no sólo en el ámbito personal sino también en el profesional. ¿Imaginas el efecto que produce llegar tarde a una entrevista de trabajo? Muestra falta de interés y también, falta de responsabilidad. Pues bien, de forma curiosa, esa misma sensación se produce cuando llegas tarde a una cita personal, cuando has quedado con la persona que te gusta o incluso, también, con un amigo.

Llegar a tiempo muestra entre otras cosas que eres capaz de tomar en serio a la otra persona y que puedes comprometerte con planes y con proyectos en común. ¿Pero qué hacer cuando él o ella siempre llega tarde a la cita? La realidad es que la solución, no es tan sencilla puesto que no cambiará a no ser que el otro quiera hacerlo de verdad, en cualquier caso, aquí tienes algunas ideas.

En primer lugar, puedes explicarle cómo te sientes cuando llega tarde una y otra vez. Evita la ofensa y habla en primera persona. Por ejemplo, puedes decirle: «Cada vez que llegas tarde me siento poco valorado». En la medida en que el otro pueda hacerse cargo de tus sentimientos entonces cambiará. Por otra parte, si esto no es suficiente, entonces, podrías darle un escarmiento y llegar tú tarde también un día y hazle esperar.

En otros casos, también puedes decirle que te llame por teléfono cuando esté próximo al lugar y así calcular el tiempo para salir de tu casa sin tener que estar pendiente de la otra persona. La puntualidad es importante, pero también hay que tener flexibilidad y entender que puede haber días puntuales en los que haya pasado algo inesperado. Con un poco de paciencia y de buena voluntad por ambas partes la situación puede solucionarse con total normalidad.

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