Son temas que resuenan frecuentemente en tus oídos cuando escuchas distintas melodías, visualizas películas actuales o lees libros o la prensa diaria con los avances científicos que persiguen mejorar la calidad de vida de las personas ¿Realmente existe el elixir de la eterna juventud?
Se suele escuchar que “a mayor apariencia joven, mayores éxitos amorosos” ¿Será cierto que la juventud atrae al sexo opuesto?
A lo largo de la historia son muchos los que “se han dejado la piel” en busca de la inmortalidad. Según algunas culturas primitivas la energía vital se conseguía a través de la sangre de algunos animales y por esta razón se la bebían.
En la tradición egipcia, el faraón era un ser inmortal, de ahí la importancia que se confería a todo el proceso de momificación y por supuesto, a la construcción de las pirámides.
También se tenía la firme creencia de que el aliento suponía la transmisión de la vida. De hecho, el romano Claudio Hermippus afirmaba haber vivido 115 años al aspirar de forma continua el aliento de las jovencitas.
Por otro lado, el principal motivo de las cruzadas en la Edad Media consistió en hallar el Santo Grial que escondía la esencia de la inmortalidad.
Recientemente se ha llevado a cabo la primera demostración de que una mezcla de aminoácidos puede aumentar la supervivencia. Concretamente se trata de los denominados aminoácidos de cadena ramificada, es decir hablamos de la leucina, la isoleucina y la valina.
En realidad el estudio se ha aplicado únicamente en ratones… Y es que la mezcla especial de aminoácidos junto con agua hace que estos animales vivan más que un ratón normal medio. Dicha bebida produce un incremento de la longevidad del 12%.
Se comprobó un aumento en las mitocondrias de los músculos cardiacos y esqueletales unido al incremento de la supervivencia. Los componentes celulares responsables de proporcionar energía a las células son las llamadas mitocondrias. También se observó un aumento en la actividad de SIRT1, un gen de la longevidad, y del sistema de defensa que combate los radicales libres, en los ratones alimentados con el suplemento.
Es bastante probable que las personas mayores o enfermos puedan beneficiarse ampliamente de tal descubrimiento ya que además el estudio se efectuó en ratones más mayores.