En ocasiones te mueves entre la pasión y la razón ya que sabes que del uso adecuado de ambas obtendrás una conducta inteligente. Por un lado, la capacidad de razonar te permite establecer juicios certeros y razonables. De otra parte, la expresión emocional de la pasión ejerce en ti un pleno dominio pleno y profundo. Y es que en temas del corazón eres más proclive a dejarte llevar por la pasión.
Te encuentras en circunstancias concretas influenciadas por dos factores que se han convertido en los ogros de tu matrimonio: La rutina y los problemas cotidianos se han apropiado de la relación.
La única salida ante tan triste panorama consiste en crear una atmósfera pasional que devuelva la fogosidad a la relación con tu pareja. ¡Déjate guiar por los siguientes consejos!
1. La frecuencia de los “Te quiero”. Demuestra constantemente que le amas. Cualquier momento se torna romántico cuando pronuncias con entrega las palabras mágicas del amor.
2. Sorpréndele y sorpréndete. Saca lo mejor de ti mismo haciéndole saber qué tipo de sentimientos albergas. Detalles como regalos inesperados o la puesta en marcha de actividades atípicas, harán crecer la chispa amorosa.
3. Únicamente para dos. Se trata de separar las labores de la familia de las de tu pareja. Es necesario diseñar una frontera entre ambas y evitar mezclarlas.
4. Ardiente intimidad. Los encuentros sexuales han de ser frecuentes y disfrutarlos plenamente.
5. Siempre el lado positivo. Fuera reproches y resentimientos. Busca la cara amable de tu pareja y agradécele todo lo bueno que reside en su ser.
6. Igualdad en los deberes y derechos. Si desde un principio se reparten al 50% de las tareas del hogar y el cuidado de los hijos, ninguno de los dos ha de verse atrapado por las obligaciones… Los espacios de tranquilidad individual son más que necesarios.