El amor se alimenta de gestos que en esencia son demostraciones de amor. El sentimiento por sí mismo no tiene fuerza si no es, a través de los hechos, que reflejan ese cariño. Los gestos reflejan la fuerza del corazón y el grado de compromiso con una historia.
Gestos positivos en el día a día
Una relación de amor se escribe cada día por tanto, requiere de una exigencia y una constancia en la que es vital que los detalles positivos sean más numerosos que los negativos.
Las demostraciones de amor reflejan que el verdadero amor se basa en el dar porque el sentimiento es desinteresado. Cuando una persona quiere a otra solo desea su bienestar y su felicidad, en tanto que la felicidad del otro influye en la dicha propia.
Invertir en la felicidad de la pareja es hacerlo en uno mismo porque una relación es un sistema en el que cuando uno está mal, el otro también lo nota. Y a la inversa.
Los gestos más sencillos en apariencia son aquellos que tienen más valor en una relación de pareja. Por lo que no hay que llevarlo todo al extremo de creer que toda demostración de amor tiene que ser un acto romántico. En la sencillez del día a día, tienes un montón de oportunidades para demostrar a otra persona que te importa y que puede contar contigo.
Demostrar el amor
El amor se renueva cada día, y en cierta forma, las demostraciones de amor también tienen fecha de caducidad. Por muy querida que se haya sentido tu pareja por ti hace dos años, si has descuidado el vínculo desde entonces, aquella etapa ya no tiene el mismo valor hoy. Es decir, el corazón también tiene memoria y dicha memoria sentimental se reaviva cada día con caricias positivas a nivel emocional.