El arte de piropear


La esencia de un piropo es la pasión; dices un piropo porque a quien halagas te hierve la sangre, hace latir tu corazón y no te deja pensar otra cosa.
La seducción es el arte de buscar la belleza única de cada persona, y el piropo es la exteriorización de ese propósito.

Seguro que muchas veces has sentido esa sensación de tener «mariposas en el estómago» al ver a la persona que te gusta. Ellas van a ser tus mejores aliadas para decir buenos halagos.

¿Cuándo es el momento para piropear?
Cuando aparecen las mariposas en el estomago. Sólo aparecen en el estómago de un/a gran seductor/a cuando está con una persona que cumple sus expectativas.

Quiere eso decir que no hay que soltar halagos muy al principio.
La regla básica para saber cuando piropear es la sinceridad; tienes que soltar el halago cuando lo sientas como cierto. Aprender a conocerte es el primer paso para halagar.

¿Qué cualidades hay que halagar?

Tienes que alabar las cualidades de la persona que te conmuevan.
Para eso tienes que conocer la naturaleza humana. Aprender que una persona guapa ha oído mil veces que lo es, pero que muy pocas veces alguien se ha tomado la molestia de conocer qué hay debajo de esa cara bonita, y casi nunca ha sido sinceramente piropeada por su personalidad. No te has quedado en la superficie sino que has ido más allá. Has descubierto su alma.

El secreto para tener éxito piropeando, es hacerlo de forma genuina y pasional; y para ello tienes que explicar el por qué del adjetivo. Concreta la zona del cuerpo o mente que produce el halago.

Para que sea pasional tienes que salir tú en el piropo. Comunicarle a esa persona lo que te gustaría hacer con ella.