Los defectos propios y ajenos ponen a prueba el verdadero amor en una relación de pareja. Existen muchas relaciones que se rompen como consecuencia de las manías que se convierten en un obstáculo insalvable. Para que esto no ocurra es recomendable potenciar el valor de tres virtudes que son inherente al propio amor. ¿Cuáles son? La tolerancia es una de ellas. Ser tolerante con tu pareja al igual que esperas ser respetado y valorado por ser quien eres: una persona con defectos pero también, con muchas virtudes.
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Rarezas de la convivencia
La convivencia es la prueba de fuego de cualquier pareja ya que es en ese momento, cuando se convive de verdad y se conoce al otro al cien por cien. En ese instante, cae la aparienia para dar paso a la verdad del carácter y al modo de ser. Por ello, es esencial aprender a hacer la vida agradable a la otra persona y restar importancia a esas pequeñas manías y rarezas que son frecuentes y habituales.
Estas manías son todavía más habituales en el caso de aquellos que han vivido durante mucho tiempo solos en su piso de solteros ya que tenían la posibilidad de hacer todo lo que querían sin tener que dar explicaciones a nadie. Sin embargo, al convivir en pareja es esencial llegar a acuerdos en temas importantes y en otros en apariencia más superficiales como los turnos de limpieza.
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Las manías en la pareja
Cada individuo tiene unos hábitos concretos en su proceder en la vida. El problema estriba en que algunas de estas acciones insistentes suponen un horror para el otro. Las manías son hábitos consentidos que, como han sido aprendidos, también pueden ser desaprendidos.
En los años que lleváis de convivencia has podido observar ciertas manías en tu pareja que se hacen insoportables. Hay que aprender a comunicarse para intentar solventar las diferencias.
Un fumador compulsivo
Si tu pareja fuma de forma considerable puedes transmitirle mensajes oportunos para que deje, de una vez por todas, el tabaco. Convéncele de que tú eres un fumador pasivo expuesto a la inhalación del humo proveniente del cigarrillo fumado por él. Y es que el fumador pasivo y el fumador activo terminan compartiendo las enfermedades que se pueden desarrollar por el hábito de la nicotina.
Actúa por impulso
Las actuaciones impulsivas acarrean muchos arrepentimientos y si son decisiones que afectan al conjunto de la pareja, se ha de proceder con mayor cautela. Analiza las consecuencias que traerán tus palabras o tus silencios. Pon en práctica tu sentido común. La ira o la euforia son malas consejeras. Cálmate, razona y entonces resuelve. Recuerda que la mejor decisión es aquella que trae paz a tu espíritu.
Falta de puntualidad
Resulta sobre todo una falta de respeto hacia el otro que está esperando. Intenta ser previsora y organiza bien los tiempos que dedicas a cada asunto para si has dicho de quedar a una hora llegar puntual.
Pereza
La pereza siempre amenaza. Es verdad que todos poseemos diferentes niveles de energía y es verdad también que la vida no es sólo trabajar o estudiar pero muchas veces la pereza y la apatía nos congelan y se vuelven una fuerza terriblemente obscura en el sendero hacia conquistar lo deseado.