El amor es un juego de dos personas en el que como se suele decir, tres son multitud. Esta es una de las razones por las que para que exista una historia es esencial, únicamente, que exista reciprocidad por ambas partes. Y también, que tanto él como ella tengan la personalidad necesaria como para decidir por sí mismos sin quedar a la espera de la opinión de los demás. Cada persona debe de ser madura y autónoma más allá de que quiera también recibir los consejos de los más cercanos.
Sin embargo, existen historias de amor que surgen en contra de la oposición familiar e incluso de los amigos. Es bonito ver que cada persona puede luchar al cien por cien por los verdaderos deseos de tu corazón, aunque el precio que tenga que pagar por ello sea alto. La apuesta no siempre sale bien, pero sólo se puede disfrutar de la victoria en caso de arriesgar. Es decir, no hacer nada es darse por vencido antes de tiempo y eso sí que es una derrota.
El amor y el juego de la seducción implica a dos personas que en cierto modo, se seducen mutuamente a la par. Sin embargo, generalmente, suele ser uno el que toma la iniciativa. Existen personas a las que les gusta más seducir que ser seducidas. El sentimiento debe ir creciendo de una forma gradual y equitativa por ambas partes. De lo contrario, llega el sufrimiento.
Por ello, también conviene ser muy consciente de cuánto está dando uno mismo en el amor para evitar convertir una historia de dos en un argumento propio. Es decir, en un cuento en el que sólo hay un protagonista porque sólo uno de los dos quiere de verdad estar con el otro. Así sucede ante el autoengaño, o ante el amor platónico en donde uno está siglos a la espera del otro.
Mientras haya amor, la cantidad o la preferencia sexual sale sobrando no crees, he escuchado de parejas que incluso son de mente abierta, en la que cualquiera de los dos, puede andar con otras personas y aun siguen siendo pareja, entonces aquí se descarta incluso el sexo, el amor solo queda, porque pues porque el amor es un sentimiento, porque cuando envejecemos, ya no somos jóvenes, con cuerpos perfectos y el sexo pues ya no existe o es raro, entonces lo más importante que ha quedado después de todo esto es una buena platica y el amor duradero, porque el amor es para siempre.