Ante la presión del folio en blanco, muchas personas se bloquean al escribir una carta de amor. No saben qué decir exactamente, ni cómo hacerlo. Por ello, conviene quitar de encima esta presión, pensando, simplemente, que no hay ninguna prisa por entregar la carta. Es decir, que el envío del sobre siempre puede esperar.
Por otro lado, no es buena idea mandar una carta de amor anónima ya que siempre es mejor que el destinatario de la misiva conozca quién es el remitente. De hecho, el remitente es más importante que el mensaje en tanto que una carta preciosa solo hace ilusión en caso de que proceda de una persona que es especial para ti y que te interesa. En otro caso, puede sentir agradecimiento por el gesto que ha tenido la otra persona, pero nada más.
En muchos casos, algunas personas desperdician el espacio de una carta de amor para habar únicamente de sí mismas y lo grandes que son sus sentimientos. Siempre es bueno tener una actitud de acogida en cualquier carta, es decir, intenta integrar en tu mensaje la situación actual de la otra persona para que el receptor se sienta importante. No llenes de artificio tu carta puesto que en la mayoría de los casos, es más fácil expresar amor a través de la sencillez y de la claridad.
Evita mandar una carta de amor sin un sentido concreto: es decir, busca el momento oportuno para hacerlo y también, un motivo de peso. Por ejemplo, que sientes que es la primera vez en tu vida que te enamoras de verdad de una forma plena. Por otro lado, en algunos casos también hay personas que sienten que se expresan mucho mejor por escrito en tanto que las palabras fluyen con más facilidad al no tener en frente a la otra persona. Pero nunca digas algo que no dirías cara a cara.