Cuando nos sentimos heridos podemos recapacitar y llegar a olvidar algunas situaciones y perdonarlas. Algunas cosas que ocurren en la pareja no son tan fáciles de olvidar y aunque por momentos parezca que se han arreglado, realmente sobreviven en algún lugar de la mente y el corazón. Este resentimiento aflorará de muchas maneras y dañará a quien lo sufre y a quien le ha causado ese sentimiento.
El resentimiento es una mala sensación que nos lleva a sentirnos frustrados, heridos y en muchos casos violentos y enfadados. Asumir que algo que nos ha sucedido puede ser guardado en algún lugar y olvidarlo, es la peor de las decisiones. Vivir con algo día tras día “disfrazado” terminará comenzando a desencadenar pequeñas riñas y desaprobaciones que simplemente desgastará la relación.
La mejor manera de desprenderse de los sentimientos de resentimiento es encarando la causa, y buscando una solución en miras a olvidarlo realmente. Hay que preguntarse ¿qué me ha causado este sentimiento? ¿qué necesito para curarlo? ¿de qué manera puedo superarlo? Hay que sincerarse sobre la situación que nos provoca resentimiento.
Sincerarse con calma y madurez con quién te ha causado el resentimiento, haya sido quien haya sido, es lo mejor. Debes hablarlo con sinceridad, y expresar como te sientes. Quizá ese sea el momento en el que todo empiece a mejorar y el bache se vaya superando. No hay que olvidarnos de que el tiempo irá curando poco a poco las heridas. Parte de la cura también se debe centrar en asumir lo que ha ocurrido y en pensar seguir adelante con esa persona a la que quieres muchísimo.