El fútbol es desde hace tiempo el deporte más popular todo el mundo. Durante los mundiales o grandes citas, se organizan reuniones familiares y de amigos para mirar los encuentros futbolísticos. Si a tu pareja no le interesan estos partidos y quieres motivarla para poder compartir toda la emoción del fútbol, pon en práctica los siguientes consejos.
Nunca pongas por encima el fútbol antes que tu relación de pareja, esto no lo soportará. Evita que tu pareja se sienta desplazada por tu pasión e intenta compartir esos momentos de placer viendo el fútbol como dos fanáticos.
No alteres tu rutina habitual. Programa tus tareas familiares para disponer del tiempo necesario para disfrutar de los partidos sin restarle tiempo a tu pareja.
Prepara alguna comida rápida que sea del gusto de tu pareja (pizza, ensalada, embutido, patatas o algún dulce) para compartir mientras veis juntos los partidos.
Regálale una camiseta de su equipo de fútbol, una bandera o algún otro accesorio que consideres que pueda ser de su agrado.
No insistas hasta el cansancio si tu pareja no quiere ver la totalidad del partido o no desea lucir alguno de tus “regalos motivadores”. Deja que sea libre de decidir lo que quiere hacer, no la presiones o se agobiará.
Invita a tu pareja a ver juntos los partidos que consideras importantes y permite que participe con comentarios, observaciones o bromas. Seguro que así se entretiene un rato divertido.
Realiza comentarios no sólo deportivos, cuéntale datos sociales, de la vida privada de los jugadores, técnicos o árbitros. Si son mujeres, la psicología deportiva la dominan a la perfección y la curiosidad de ver la cara del jugador que fue infiel a su novia seguro que la mantiene enganchada al televisor.
Demuestra interés por los comentarios que efectúe tu pareja acerca del campeonato aunque te resulten frívolos o intrascendentes. Por poco que diga, toma valor porque está haciendo un esfuerzo para compartir el tiempo contigo.
Cuando te lo requiera, explícale las jugadas o hechos que vayan aconteciendo. Hazlo con serenidad y compresión. Seguramente no entienda lo que es un fuera de juego, pero no te preocupes, a veces les cuesta.
Festeja los triunfos con tu pareja y una vez terminado el partido colabora en la limpieza y el orden del hogar. Por contra, si tu equipo pierde no seas irritante, fácilmente echarás por la borda todo lo que hayas logrado hasta el momento. Tu pareja no tiene la culpa de que hayan perdido.