Una primera cita se vive con mucha intensidad porque es un plan muy esperado, sin embargo, es mejor dejar para otro momento, los lugares excesivamente románticos e intentar dar más normalidad al encuentro. Dos personas que disfrutan de su primera cita todavía no son pareja y lo importante en un momento así es charlar para conocerse.
Pregúntale dónde le gustaría ir
Deja las sorpresas inesperadas y es mejor que camines sobre seguro en la organización del plan. Pregúntale a tu posible nuevo amor, dónde le gustaría ir y qué día le viene mejor. Es mejor evitar una primera cita interminable para disfrutar de un plan de una hora y media. Es mejor que la otra persona se quede con ganas de volver a verte a que se sature en un primer momento.
Evita acudir al nuevo local de moda y elige mejor un lugar que ya conoces y que te gusta el menú que ofrece.
Un plan económico
Elegir un plan caro en una primera cita puede causar mala imagen ante otra persona. Además, es posible pasarlo muy bien con la sencillez de un plan en el que lo importante es estar con la otra persona. Del mismo modo, lo habitual en una primera cita es que cada uno se pague lo suyo porque a las mujeres de hoy día les gusta que respeten su autonomía y su independencia.
Invitar a alguien en una primera cita puede hacerle sentirse en deuda. Pagar a medias resulta cómodo y equitativo.
Busca un lugar animado pero no en exceso porque si hay mucho ruido, entonces, se dificulta la conversación. Reflexiona sobre el lugar en el que has conocido a la otra persona para pensar en lugares para una posible cita.