Las dificultades en la pareja vienen… Aparecen y están ahí poniendo a prueba vuestros sentimientos. Sobre todo, a la hora de tratar cuestiones relaciones con el sexo, cada individuo puede presentar una forma propia de ver la vida ya que al fin y al cada uno se ha criado en un ambiente distinto.
Si los conflictos son manejados de forma apropiada, pueden fortalecer las relaciones y mejor el entendimiento entre las partes… Por eso, crear “un clima conveniente” donde se desarrollen las discusiones ayudará a dar con soluciones buenas para ambos.
Selecciona los momentos concretos para discutir con tu pareja. Evita situaciones en que alguno de los dos esté fatigado u ocupado.
Te presentamos un proceso estratégico que te ayudará a “mantener sana” la comunicación que los dos decidáis emprender:
1. Tus demandas deben ser claras y específicas. Lázate a reflexionar meticulosamente pero con paciencia sobre lo que estás disgustado. Canaliza tus energías en acciones, pensamientos y actitudes positivas.
2. Si tu pareja se siente escuchada y comprendida, percibirá el respeto en su máxima expresión y comentará más cómodamente su punto de vista. Jamás entres en juzgar al otro ni interrumpas mientras se esté comunicando. Del mismo modo, exige que te escuche y respete.
3. Establece un orden de prioridades con los temas. Primero plantea un asunto y céntrate en él sin mezclarlo con otros.
4. Mantener una actitud realista ante tus pretensiones y las de tu pareja, os acercará a materializar vuestras preocupaciones.
5. Es fundamental que “te quites de la cabeza” la idea de que tras una discusión “hay vencedores y vencidos”. El objetivo es alcanzar la comprensión.
6. Ten presente la posibilidad de aceptar una resolución incompleta del conflicto.
7. Y por último, agradeceros mutuamente el hecho de haber compartido un “tiempo idóneo y necesario” para que realmente la relación de pareja funcione.