Los discursos en las bodas se han convertido en habituales en toda España. Además del sermón del cura de turno o las palabras del concejal del ayuntamiento, esta tradición tan anglosajona va ganando adeptos aunque su elaboración no es tan sencilla. Hoy os queremos dar algunas claves para que ese discurso sea impecable y os ganéis la ovación de los asistentes. Tomad nota y recordad que es el padrino el que suele darlo:
1- Prepáralo con mucha antelación. Hacerlo a última hora puede ser lo peor. Aunque dicen que la improvisación es muy bonita, seguro que en ese día tan especial querrás tenerlo todo bien preparado.
2- No te hagás pesado con el discurso, no puede ser en ningún caso muy extenso. Seguramente habrá mucha gente en el enlace y mantenerlos a todos atentos no será nada fácil si tu discurso dura muchos minutos.
3- Mezcla la emotividad con el humor. Ser emotivo en una boda está bien, pero no olvides que es un día de felicidad y el humor también tiene cabida.
4- El discurso siempre se tiene que leer de pie. Se tiene que ver la cara de quien discursa, es muy feo que alguien lea un discurso sentado y mirando el papel.
5- Deja clara cuál es tu relación o parentesco con los contrayentes.
6- Lo más importante: no bebas mucho antes del discurso, eso te podrá jugar una mala pasada y quedarás en ridículo. Eso sí, no olvides cerrar tu discurso reclamando un brindis y exclamando eso de «¡Vivan lo novios!»