El amor maduro es ese tipo de amor que se consigue en las parejas que llevan años y años de unión. Llega un momento, que las personas están juntas por qué en realidad quieren estar juntos y o les importa nada más. Los amores maduros se caracterizan por la aceptación, el apoyo emocional, el compromiso, la tranquilidad, el respeto, el cuidado, la bondad, la amistad y la consideración que reinan en la relación.
Llega un momento en el que el amor se mira a través de una ventana de una habitación imaginaria en la que se puede observar el paso de los años y la compañía con la que se ha elegido vivir el resto de los días. Hay gente que cuando mira por esa ventana se da cuenta de que hay un tren que ha pasado por delante y no han cogido. En esos momentos hay que recapacitar y pensar por qué no se eligió subir a ese tren.
El amor se convierte en un trabajo de dos en el que hay que “fichar” todos los días. Durante la vida en común, hay que crecer juntos como personas y hay que preocuparse porque el respecto reine en la pareja. Aunque el amor surja en personas de mucha edad, este siempre quiere gritarse por todos los rincones del universo sin miedo a ese posible fracaso que siempre puede aparecer.
Da igual que llegue a los 80 que a los 30, el amor siempre es amor y el más perfecto es el que se desarrolla durante años sin miedo a nada.