El amor es un término muy utilizado tanto que en ocasiones se utiliza fuera de contexto cuando una persona dice te quiero sin sentir de verdad ese sentimiento en toda su magnitud. El amor en letras mayúsculas implica compromiso, decisión y fuerza de voluntad.
Desear el bien ajeno
El amor hacia otra persona comienza cuando deseas el bien ajeno de una forma sincera y no piensas únicamente en tu propio beneficio. Una de las claves del amor es desear lo mejor de tu pareja porque este sentimiento es la base del respeto. Una premisa básica para no caer en el chantaje emocional, ni en la manipulación.
Generosidad
El verdadero amor está cargado de generosidad, una cualidad emocional que es vital en una relación de pareja en donde lo importante es estar lejos todo egoísmo y de toda vanidad. El egoísmo te lleva a pensar en exceso en ti mismo, algo que produce infelicidad. En cambio, la generosidad te ayuda a tener una visión objetiva de la situación al pensar en el bien común.
Compromiso
Aunque vivir el carpe diem es muy positivo a nivel emocional, lo cierto es que el amor real es aquel que es una apuesta de verdad por uno mismo y por el otro. Vivir al día, improvisando el momento y según el apetecer no puede considerarse una manifestación de verdadero amor sino más bien, una forma caprichosa de entender el sentimiento.
Una pareja tiene momentos de todo tipo, rachas de aburrimiento y monotonía. Todo aquel que tira la toalla antes de tiempo ante el primer obstáculo no se da la oportunidad de descubrir todo aquello de lo que es capaz. El amor saca de ti el héroe que llevas dentro.