Las consecuencias de las acciones


Parece que siempre hay consecuencias detrás de cualquier acción que realizamos. Muchas de estas consecuencias no son buenas, principalmente por que la acción que hemos realizado implica algo malo. Un simple malentendido puede hacer que tanto tú como los que están a tu alrededor sufran unas consecuencias nada agradables. Es muy importante, aprender a pedir disculpas.

Cuando aparecen los problemas, lo mejor es disculparse. Una simple disculpa puede hacer ver a tu pareja o a tus amigos que sabes que te has equivocado y que no has sido nada cuidadoso con la situación que estabas manejando. Muchas veces, cuando se mete la pata, la reacción es la de ponerse a la defensiva. Esto, lo único que puede conseguir es que llegues a perder a tu pareja o a tus amigos. Cuando te pones a la defensiva sabiendo que has cometido tú el error debes tener en cuenta que los resultados a largo plazo pueden ser nefastos.

Pero ¿y cuando tú no has tenido la culpa de esas consecuencias? Esto te puede enseñar a tener un poco más de cuidado la próxima vez. Es importante saber en que “líos” te metes y ser consciente de que las consecuencias no pueden ser agradables para algunas personas de tu entorno, incluida tu pareja.

Realmente debes entender la acción y las consecuencias. Una vez que se entiende y se asume, se puede llegar a consolidar mucho más la relación de pareja o la de amistad. No creas que todo termina siendo siempre malo. Cualquier persona puede actuar correctamente en situaciones buenas, pero se necesita un carácter fuerte para responder adecuadamente a situaciones difíciles.

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