Ansiedad por verle


Los inicios del enamoramiento son así. Tienes ansiedad por ver a la persona que te gusta hasta el punto de que si un día no puedes, tal vez, te sientas mal. Tienes curiosidad por saber qué está haciendo a todas horas, y sencillamente, la otra persona te parece perfecta. Esta idea de perfección surge de la idealización propia del amor pero también, del hecho de no conocer todavía bien al otro. Y es que, en la medida en que conocemos a las personas descubrimos que tienen muchas virtudes pero también, algunos defectos y puntos débiles.

Por ello, todo príncipe azul, por perfecto que sea (dicho con ironía) tampoco será tan perfecto como tú le habías imaginado. En cualquier caso, es bueno encontrar el equilibrio entre disfrutar de la ansiedad por verle, pero a la vez, teniendo otras obligaciones y ocupaciones en tu mente. Por ello, sigue con tu rutina habitual, queda con tus amigos, haz planes, no estés todo el día mirando el teléfono… Relájate porque eso te hará también disfrutar más de ese amor que estás viviendo.

La ansiedad por verle es uno de los síntomas más habituales del enamoramiento que puede sumarse al nerviosismo constante, a la inquietud, a las mariposas en el estómago o al hecho de imaginar mil situaciones románticas en compañía de la otra persona. Cuando estás enamorado compruebas que cuando mejor te sientes es justamente, en ese momento en que ves a la otra persona y te quedas con todos los detalles y los recreas una y mil veces en tu mente donde todo es perfecto.

Analizas qué te ha dicho, cómo te ha mirado, qué ha hecho, cómo iba vestido… En caso de que te encuentres en esta etapa de la vida, disfruta de un momento así porque es mágico. Y no te obsesiones con qué pasará después.

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