Ciertamente puede sonar algo engañoso el título de este artículo y estaréis pensando que estamos equivocados al hablaros de limitar la honestidad en la pareja pero, los límites en las relaciones se hacen imperativos como una forma de controlar hasta dónde podemos llegar y qué tanto podemos esperar de la relación. Estos son una buena forma de ejercitarnos para asumir que existe un punto máximo al que podemos intentar llegar sin correr ningún peligro.
Cuando establecemos una relación con alguien más, esperamos una confianza total. Nos encanta pensar que encontramos a alguien en quien confiar plenamente y que confía plenamente en nosotros. Eso es bueno y gratificante, pero la honestidad en la pareja puede vivirse sin ser totalmente extremistas, sobretodo porque algunas formas de “verdad” hacen más daño que la falta de confianza.
El pasado de ambos debe quedar fuera de los límites de honestidad. Cuando alguien dice que se ha enterado de todo lo sucedido en el pasado de su pareja, sin sentir celos o cualquier otro sentimiento, sin duda miente. Ya los expertos en relaciones de pareja nos llevan aconsejando mucho tiempo sobre no tratar intimidades del pasado que consideramos secretas con la pareja, porque nadie dejará de sentirse involucrado de alguna manera con las confidencias del pasado.
Se intentará comparar la relación presente con la anterior, se tendrán celos de la vida compartida con alguien más, aunque sea pasado, y eso se guarda en algún lugar oscuro y olvidado de la psique y el corazón que emerge en algún momento afectando la relación. No necesitas contarle todo a tu pareja ni necesitas saber todo sobre su pasado, es más saludable para ambos no hacerlo.
Definitivamente