El color blanco es tradicionalmente el más usado en las bodas de todo el mundo. Lo podemos ver principalmente en el vestido de novia, pero también en la decoración general de la celebración. Es muy frecuente que las vajillas sean en blanco, los manteles y los diferentes accesorios. El color blanco se asocia con la pureza y la elegancia, lo que lo hace el más indicado para las bodas. Decorar en blanco es muy original y se puede lograr un efecto tradicional o contemporáneo, incluso minimalista, dependiendo de nuestro gusto. Una gran idea es elegir diferentes tonalidades de blanco (más intenso o más crudo) para diferentes elementos para conseguir un resultado de ambiente especial y una composición de lo más interesante.
