Juntos queréis poner en práctica un deporte que ponga en escena toda la magia corporal que lleváis dentro. El origen del patinaje artístico se remonta a Holanda al siglo XIV donde los patines con cuchillas de madera se convirtieron en un instrumento necesario para cruzar los helados canales durante el invierno.
Monarcas y aristócratas hicieron del patinaje artístico un pasatiempo habitual entre sus súbditos, durante los siglos XVIII y XIX. Posteriormente, la enseñanza de diferentes elementos de coreografía corrió a cargo del bailarín americano Jackson Haines, quien también inventó la cuchilla simple, lo que dotó a dicho deporte de mucha más estabilidad y libertad de movimientos.
Ahora, en pleno siglo XXI, tu pareja y tú queréis aprender a patinar sobre hielo para bailar pegados el uno al otro teniendo como meta primordial un componente artístico. Debéis saber que los aspectos coreográficos son la pieza clave para que brilléis en la pista.
Por eso, tenéis puestos vuestros ojos en la huella que dejaron otros artistas. La pareja formada por los británicos Jane Torvill y Christopher Dean emocionaron al mundo con su coreografía del Bolero de Ravel. Era el año 1984 y ambos se llevaron la medalla de oro a casa en una de las etapas más importantes de la historia de este deporte.
Asimismo, observar con detenimiento las actuales competiciones retransmitidas por los distintos medios de comunicación, os ayudará a adentraros en un universo hasta ahora desconocido por vosotros. Así, la Unión Internacional de Patinaje sobre Hielo (ISU), organiza anualmente el Campeonato Mundial de Patinaje Artístico sobre Hielo. Y fue la ciudad de San Petersburgo (1896) la que acogió el primer Campeonato Mundial de Patinaje Artístico. Pero un año estratégico resultó ser 1908, cuando se dio luz verde a las parejas artísticas para que pudieran concursar.