La celebración de una boda está acompañada por la expectativa que produce la presencia de algunos amigos cercanos. Sin embargo, puede ocurrir que aquel que recibe la invitación, tenga dificultades para confirmar su asistencia al enlace. A continuación, enumeramos algunas de las situaciones posibles.
1. Distancia geográfica
Tal vez la boda se celebre a tantos kilómetros de distancia que el invitado no contemple la posibilidad de planificar el viaje necesario para asistir al evento. Si el enlace coincide con su periodo de vacaciones, tal vez tenga una mayor flexibilidad para concretar los detalles de esta escapada.
2. Motivos personales
Cada invitado tiene sus propias circunstancias y puede ocurrir que su realidad actual no le deje espacio para organizar con calma su asistencia a la boda. Por ejemplo, quien cuida de un familiar durante la mayor parte del tiempo, tal vez prefiera descartar su asistencia a un evento porque su orden de prioridades es otro en este momento.
3. Te sientes en el compromiso de asistir, pero no quieres hacerlo
Existe una situación que muestra la contradicción entre el deber y el querer. El deber es aquel que se impone a sí mismo quien considera que tiene que asistir a la boda porque se siente en el compromiso de hacerlo. Y, sin embargo, tal vez prefiera no asistir a un enlace en el que no considera que su presencia sea realmente esperada. Es decir, tal vez se sienta un número en la lista de invitados.
4. No te sientes preparado por algún motivo
Tal vez te sientas incómodo en este tipo de evento. Y, en ese caso, prefieres evitar asistir a un enlace de estas características si el vínculo con la pareja protagonista no es muy estrecho. También puede suceder que no conozcas a nadie entre los invitados al enlace. Quizá alguien esté atravesando un periodo de duelo y esté viviendo una situación de tristeza.
Cuatro razones para no asistir a la boda de un amigo que cada invitado debe valorar con detenimiento si prefiere no asistir a un enlace.