Superar las primeras peleas en pareja


Los inicios de toda relación siempre son maravillosos, llenos de pasión, momentos románticos, risas y largas conversaciones. Las primeras citas se prolongan durante horas y sin embargo las vivimos como fugaces y nos apasiona conocer detalles del otro, de sus gustos, su familia o su infancia.

Aunque esta es una etapa importante de compenetración, ya que siquiera durante estos primeros días disfrutas a tope la relación está condenada al fracaso, aún queda por superar otra más difícil: la de las primeras peleas. Se trata de una fase que puede surgir a los tres meses, a los seis o incluso al año de conocerse, pero, por mucho que nos esforcemos, es inevitable. Y es que, aunque al principio sólo tienes ojos para tu nueva pareja y pasas con él/ella todo tu tiempo libre, transcurrido un período, y aunque sigas enamorado, la relación comienza a cambiar.

Notarás que llega ese momento porque aunque sigas estando a gusto con esa persona que hace unos meses entró en tu vida tu comportamiento será más relajado, tendrás más tiempo para quedar con tus amigos, para pasarlo con tu familia o, simplemente, para descansar en tu casa. Y son esos pequeños detalles los que provocarán las primeras peleas. Porque, aunque incluyas a tu pareja en tus planes, él/ella muchas veces habrá organizado un plan paralelo, por lo que habrá que decidir si cada uno se va por su lado o quién de los dos cederá. En cualquier caso, el mejor consejo es que cada día debe ceder uno.

Además, en esta fase empezarás a ser consciente de los defectos del otro, y sufrirás el dilema de si decírselo o guárdatelo. En este caso la decisión sólo puedes tomarla tú misma, pero se recomienda elegir entre decírselo, siempre de forma suave, en tono de conversación y evitando la agresividad, o callártelo. Pero la solución nunca es contárselo a una tercera persona.

Se trata de una etapa realmente difícil, que cambia nuestras vidas para siempre y que muchas parejas no logran superar por el mero hecho de que no quieren perder el tiempo discutiendo, pero también es cierto que una relación que esquiva los obstáculos de esta fase será más complicado que se rompa en un futuro próximo.

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