Sospechas con motivos


Ser infiel requiere mucha energía y atención a los detalles. La mentira solo es una acción agotadora que requiere de una excelente memoria. La presión de llevar una doble vida conduce inevitablemente a los cabos sueltos. Las sospechas suelen comenzar poco a poco pero, normalmente estas no surgen si no estuvieras notando cosas que “no te cuadran”. Aquí tienes algunas de las sospechas más habituales:

– Mejora de la higiene personal
Se corta las uñas de los pies muy a menudo, se preocupa por tener siempre su colonia favorita a mano, etc. Puedes sospechar tranquilamente: si a ti no te comenta nada sobre ese cambio entonces, ¿a quién está intentando impresionar?

– Repentino interés por la moda
Un día piensa que Prada es un coche de Europa del Este, y al día siguiente te comenta lo espectacular que fue el desfile de Karl Lagerfeld para Chanel en la semana de la moda de Milán. Pero no sólo eso: corte de pelo para ir a la moda, ropa nueva… ¿qué está sucediendo?

– Es vago a la hora de contar detalles
Siempre con “los muchachos”,”la gente del trabajo” o “con los de siempre”. Siempre terminan en un bar pero no logra nunca recordar el nombre. Piensa, que si te da detalladas excusas, estas son mucho más difíciles de recordar.

– Intocables: su móvil y su email
Cuando termina de estar con el ordenador, siempre cierra todo perfectamente y, además, cuando entras de repente a la habitación en la que está cierra la pantalla repentinamente. Ya no le mandan la factura a casa del teléfono para ser “más ecológicos” y no malgastar tanto papel.

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