Cuando existe la magia


Es una sensación que se percibe intensamente desde el primer instante que ves a esa persona. Si después la afinidad continua porque el intercambio de impresiones es favorable, se puede afirmar que la magia existe.

Y es como si el feeling se eternizara y constantemente diera rienda suelta al disfrute de bonitas aventuras que emprendéis juntos. Aunque cabe aquí hacer una reflexión sobre el término feeling: Para muchos es la línea delgada que separa al amor de la pura atracción entre dos personas. No obstante, para otros el feeling puede ser el arranque de una auténtica historia de amor que mantiene unos sentimientos frescos para siempre.

Hay investigaciones que apuntan a la explicación de la reencarnación. La primera vez que ocurre un encuentro, donde reina la magia, puede manifestarse con algunas emociones muy especiales como sentir una energía frenética, que tu corazón deja de latir, una sensación que se transmite por toda la piel, y otras manifestaciones emocionales y físicas que manifiestan la intensidad de tu deseo interior de estar con esa persona para siempre.

El alma gemela suele ser alguien con quien sentimos un vínculo instantáneo en la primera cita, como si lo conociéramos desde hace mucho. En realidad, probablemente sea así. No hace falta tener una relación romántica con una persona para experimentar la satisfacción y la plenitud del vínculo con el alma gemela.

Podemos tener más de una alma gemela, y como consecuencia de ello magia, al mismo tiempo. Nuestra pareja en el amor puede completar nuestra alma en cierto sentido, pero también pueden serlo, en otros sentidos, el mejor amigo, el padre, la madre o un hijo.

Se trata de perder hasta el último vestigio de miedo y enojo. Y esto es algo que experimentamos “con magia” gracias a la interacción con nuestras almas gemelas.

Reconcíliate con tu ex pareja


No toda la vida vas a guardar odio y resentimiento hacia esa persona que te hirió profundamente. También has de reconocer que en “esa ruptura” dejaste aspectos peyorativos de tu persona. Cuando las cosas no funcionan es cosa de dos… Y culpabilizar de todo al otro es un grave error que sólo genera más insatisfacción personal.

Si deseas reconciliarte es porque te has peleado con alguien y una parte de ti no desea mantener esa pelea.

Todas las relaciones de pareja tarde o temprano discuten, al menos una vez en la vida. Sin ninguna duda, sentirse enamorado y atraído por alguien es una de las experiencias más cotizadas en la vida, pero el precio que pagas por esta euforia es el resentimiento. Y en el 99,99 % de los casos, la desilusión llama a tu puerta.

Lo más habitual que habrás experimentado en cualquier relación que hayas tenido, es que tu atracción inicial se transformó en rechazo, en discusiones, en pleitos, en ruptura o, en el mejor de los casos, la has transformado en una insatisfacción personal silenciosa que sostienes por miedo a estar sin alguien a tu lado o porque te sientes incapaz de hacer algo distinto por ti mismo, o en una nueva relación.

El experto en coaching para relaciones de pareja, Óscar Durán-Yates, te lo explica del siguiente modo:

Reconciliarte con tu ex pareja es amistarte interiormente con la parte de ti que condenas, y para eso no necesitas volver a ver o llamar a tu ex pareja. Reconciliarte con tu pareja es reconciliarte contigo pero no significa necesariamente continuar con la relación. Y reconciliarte contigo es reconocer en ti los aspectos positivos y negativos que niegas tener. Si los reconoces en ti, los puedes abrazar, si los abrazas los puedes amar. Solamente si los amas en ti, los amarás en cualquier persona que sea tu pareja.

Amores imposibles


En realidad el término “amores imposibles” quiere decir “historias de amor difíciles de alcanzar”. Lucha con todas tus fuerzas por lo que quieres y deseas… “Tirar la toalla” antes de tiempo te dejará derrotado y sin ganas de vivir.

Existen diferentes circunstancias que hacen que una relación se convierta en un “amor imposible” pero la verdadera entrega no conoce de barreras económicas, estéticas, de distancia, por un tercero.

La cuestión es que la cosa se complica cuando las dos personas que se aman ya han contraído matrimonio anteriormente con sus respectivos. Esto es, un nuevo bocado de pasión se ha instalado en sus corazones al conocer de la manera más inesperada a esa persona tan especial.

¿Y cómo actuar en dicha situación? Queda la opción de llevar una doble vida y ocultar los auténticos sentimientos al marido o esposa… Pero, ¿es esto una decisión saludable para el equilibrio psicológico? Además, alguien a quien amas debe recibir una plena dedicación.

En la actualidad, las aventuras parecen la solución a los problemas de pareja. Sin embargo, una cosa es un “affaire” y otra muy distinta es enamorarse. Sin amor, los remordimientos no aparecen, ya que la relación se enfoca desde un punto de vista de mera atracción física.

Nadie quiere enamorarse de alguien que está comprometido, pero el amor no se atiene a razones. Porque no lo sabía, porque eran compañeros de trabajo, porque no conocía a la otra, porque pasaban mucho tiempo juntos… Estas son algunas de las justificaciones más comunes de las mujeres que se han enamorado de hombres casados y viceversa.

En repetidas ocasiones cuando hay hijos por medio, se prefiere mantener las dos relaciones de forma simultánea. Una ruptura con la madre o el padre de tus hijos, todavía pequeños, puede resultar traumática para toda la familia. Sin embargo, las terceras personas implicadas se ven a sí mismas como secundarias y esto acarrea sufrimiento. Sea cual fuera la decisión que tomes, trata siempre de hacer el menor daño posible y jamás olvides que la mentira no es buena compañera de viajes.

Noviazgo, ventajas y desventajas


La etapa del noviazgo brinda a sus miembros conocerse mejor. Si lo analizas desde una concepción más profunda, hablamos de un período preparatorio de cara al matrimonio o la convivencia.

Aunque dependiendo de los casos, es recomendable que el noviazgo no se alargue en el tiempo (se aconseja entre un año y dos años y medio) porque si rebasa los límites establecidos se transforma en algo ya diferente y no satisfactorio como al principio.

Los beneficios de ser protagonista de un noviazgo son numerosos:

1. Proporciona a los jóvenes una relación más fructífera con los demás.

2. Ayuda a conocerse recíprocamente en cuanto a carácter, sentimientos, gustos, aficiones, ideales de vida.

3. Combate el egoísmo, fomenta la generosidad, confianza, honestidad, el respeto; estimula la reflexión y el sentido de responsabilidad.

4. Se puede practicar la habilidad de resolver conflictos sin el compromiso del matrimonio.

5. Provee la manera de encontrar una pareja apropiada.

6. Ofrece la oportunidad de llegar a ser una persona más fuerte y lograr madurar en varios aspectos. Te puede ayudar a ver las cosas de distintas maneras.

7. Te permite que te tomes el tiempo necesario para decidir cuando quieres llevar esa relación a algo más estable y definitivo.

Es preciso evaluar al detalle la relación que se mantiene durante el noviazgo ya que ésta en ocasiones puede acarrear factores negativos, entre los cuales destacamos los siguientes:

1. Se pueden abandonar relaciones amistosas que eran fuente de bienestar y crecimiento.

2. Decrece la atención al resto de la familia, convirtiéndose el novio/a en su única preocupación.

3. Aumentan los celos sin causa justificada.

4. Se descuidan los estudios o baja el rendimiento laboral.

5. Falta de respeto hacia la libertad, decisiones y sentimientos de la pareja.

6. Las responsabilidades pasan a un segundo plano.

Poner fin a una relación


Sabes de sobra que vuestra relación no tiene futuro pero no quieres herir sus sentimientos ya que en el fondo os une un profundo cariño.

Cada día que pasa es peor… Seguís conviviendo y compartiéndolo todo como si de una pareja corriente se tratara pero de sobra sabes que el amor ha muerto. Ahora en tu mente sólo existe un pensamiento: cómo dar ese paso tan necesario y salir airoso de la circunstancia.

No hay que tener miedo a la ruptura sentimental. Se debe tratar el asunto como algo que forma parte de la vida, al igual que un nacimiento o un fallecimiento. Pero será fundamental saber diferenciar si se trata de una crisis o de una separación real.

El paso del tiempo crea una dependencia emocional entre las dos personas que integran una pareja de la que ni siquiera son conscientes, por lo menos hasta el grado en el que llegan a serlo después de la separación. En el caso de una ruptura traumática deben enfrentarse al rechazo, surgen los sentimientos de arrepentimiento y las dudas. Esa corriente emocional persiste por muy desagradable que haya sido la relación.

Los motivos

Tanto en las parejas jóvenes como en las adultas la decisión se toma porque se busca algo más en la relación que no se encuentra. La separación parece lo más indicado a esta situación desdichada. Muchas de estas expectativas no cumplidas se deben a la mala información que sobre el matrimonio existe o se pretende dar, tanto a nivel religioso, como social como de una pretendida autorealización personal. La comparación con la realidad pone de manifiesto tales diferencias.

En definitiva el momento en que una relación deja de aportar a los miembros de la pareja ese conjunto de elementos que la propició (afectividad, emoción, seguridad, disfrute sexual…) se alcanza el punto de inflexión en que se debe producir el cambio.

Construir una estupenda relación


Ahora que has encontrado el amor, ¿cómo debes construir una buena base para tener un futuro perfecto? A continuación tienes unos cuantos consejos que te pueden ayudar a la hora de intentar conseguir este propósito.

– Ser una persona de palabra
Una relación exitosa y fuerte es aquella que se basa en la confianza y la fiabilidad. Si le dices a tu pareja que vas a hacer algo, ella esperará que mantengas ese compromiso. No la defraudes. Mantener un compromiso es crucial en el desarrollo y el fomento de una base sólida para el futuro. De todas formas, si intentas cumplir tu palabra pero finalmente no se puede hacer, intenta tener un plan B. Nunca hagas una promesa a menos que sepas que la puedes cumplir perfectamente.

– Respeto
Si deseas que esa persona a la que amas, sepa que es muy especial en tu vida, debes tenerla en un pedestal y estar dispuest@ a defenderla a capa y espada. No se deben permitir los chismes o las confidencias por parte de otras personas por muy allegados que sean. Debes mostrarla tu respeto manteniendo una clara fidelidad a su persona y a la relación que mantenéis.

– Deja tu “equipaje” en la puerta
Lo último que quiere una persona a su lado es una pareja llorona que se lamenta constantemente de sus relaciones anteriores, de la vida, etc. Ten en cuenta que cuanto más tiempo pases viviendo del pasado, más tiempo perderás para vivir tu futuro. Si has sufrido rupturas anteriores, déjalas en su sitio y comienza a disfrutar de tu nueva vida.

Motivos de la infidelidad


Nunca viene de más conocer en profundidad las causas concretas que desencadenan episodios de infidelidad. Gracias a la experiencia clínica de Walter Riso, psicólogo especialista en terapia cognitiva, podrás conocer en primera línea los inconvenientes que rodean el hecho de “ser infiel”.

1. Creer que el amor te hace inmune. Es un peligro sobreestimar el amor que sientes por tu pareja y bajar la guardia. La fidelidad depende, también, de una decisión y una alerta permanentes. El amor por tu pareja no te inmuniza de desear o de amar a otras personas.

2. Buscar la pareja perfecta. La búsqueda continuada del hombre 10 o la mujer 10 tiene dos consecuencias: saltar continuamente de una relación a otra, porque siempre es posible encontrar a alguien que supere en algún punto a la pareja; y la intolerancia ante los defectos o errores de la persona amada.

3. El ojo por ojo. Con la venganza se busca una indemnización para el orgullo herido. Pero reivindicar la dignidad humillando termina convirtiéndote en lo mismo que desprecias.

4. Desarrollar una compulsión. Esta forma de adicción al engaño no tiene arreglo. Quienes no pueden vivir en el compromiso buscan cualquier situación para la infidelidad, más allá de los riesgos y aunque sea descubierto.

5. Buscar fuera lo que no se tiene en casa. Muchas personas que se sienten insatisfechas tratan de equilibrar el déficil con una tercera persona. Estos infieles compensatorios se autoconvencen de haberlo intentado todo y de que no les queda otra.

6. La baja autoestima. Se manifiesta como una necesidad patológica de demostraciones de amor. Resolver este vacío afectivo mediante relaciones furtivas conlleva a menudo una conducta promiscua y poco digna, utilizando a otras personas para conseguir la seguridad personal que falta.

7. Tener amores pendientes. Proceden de los encuentros con los viejos amores inconclusos, los que terminaron antes de tiempo y no pudieron completarse.

Descubre si te ama de verdad


Saber si tu relación tiene posibilidades de futuro es cuestión de estar atento a las señales que se van cosechando día a día.

Cómplice y confidente. El lenguaje secreto que nadie más entiende se establece en las auténticas relaciones amorosas. Se apoya en miradas, cambios de expresión, gestos o guiños. La confidencialidad surge gracias a la confianza que se deposita en la pareja al confesarle aspectos de nosotros mismos o experiencias que no revelaríamos a otras personas, ni siquiera a nuestros mejores amigos.

Necesidad o amor. Si tu pareja está contigo por lástima, culpa o miedo, huye de tu compañía. Tampoco conviene que uno de los dos necesite al otro para sentirse equilibrado o completo. Pide que tu pareja te quiera pero no que te necesite. Hacerte indispensable para el otro es una forma de corromper el amor. La decisión de unirse a alguien debe ser libre.

Demostración continúa de generosidad. En cualquier relación amorosa hay miradas, atenciones, gestos que nos indican que esa persona se interesa por nosotros. Los pequeños detalles forman parte del proceso amatorio. Si sólo los tuvo contigo en el momento de la conquista, recuérdale que hoy te siguen agradando. Si te ama, se esforzará en ser generoso contigo. No te conformes con la indiferencia o la dejadez.

Capacidad para perdonar. En la convivencia se producen muchos momentos de decepción: Esperabas una respuesta o acción concreta y lo que recibes es otra diferente. Este tipo de decepciones puede producirte tristeza, desilusión, dolor, ira, resentimiento… Pero al perdonar estás haciendo de los errores una gran oportunidad para el desarrollo personal. Cuando en lugar de perdonar optas por el enfado, lo que quieres es aumentar la sensación de poder y dominio que tenemos sobre la otra persona. O evitar comunicarnos y expresar tus propios sentimientos.

Miedo al futuro. El miedo destruye la pareja: miedo a que se enamore de otra persona, a que deje de amarte, a que te rechace, a que se enfade, incluso a ser infelices. El verdadero amor da seguridad y tranquilidad. Que la relación cambie y se desarrolle no es motivo para estar preocupado y ansioso, ya que es signo de que la relación está viva y evoluciona, de lo contrario moriría.

Los celos. Los celos son consecuencia directa no del amor, sino del sentido de posesión. Por lo tanto, tu pareja no tiene celos porque te ame, sino porque te quiere controlar y se siente inseguro. En realidad el celoso es el más débil de los dos, el más angustiado por la idea de una posible pérdida.

Toma de decisiones conjunta. En pareja existe la obligación de buscar el beneficio común, y no el individual. Dos identidades diferentes pueden llegar a acuerdos en asuntos tan dispares como la educación de los hijos, el lugar de residencia o dónde pasar las vacaciones.

Iniciar una conversación con alguien que no conoces


Iniciar una conversación es tan fácil para algunas personas como comer o respirar. Sin embargo, para ti que eres muy tímid@ o que incluso sufres algún trastorno de ansiedad social (SAD), una sala llena de extraños puede convertirse en algo verdaderamente intimidante. Si quieres empezar a mantener una conversación con alguien que no conoces, puedes seguir alguno de estos consejos:

– Opina sobre algo personal
Fíjate en algún accesorio o complemento que lleve la persona con la que quieres empezar a conversar: una joya, una camisa, un tatuaje, etc. Este tipo de objetos son perfectos para comenzar a mantener una conversación. Evita objetos demasiado íntimos. Si por ejemplo ves su sujetador por el escote, será mejor que no hagas ningún comentario.

– Recurrir a los clásicos
Frases como por ejemplo: “¿no te he visto antes en alguna parte?” pueden ayudarte a empezar a conversar. Por supuesto no te debes olvidar de las frases más clásicas: ¿dónde trabajas? ¿tienes alguna mascota? Etc. Recuerda que tampoco ese momento debe convertirse en un interrogatorio. Debes intentar conocer un poco mejor a esa persona.

– Comentarios graciosos
Una de las mejores maneras de empezar una conversación es hacer un comentario gracioso sobre algo que hay cerca de vosotros. El objetivo no es ser mal intencionado o criticar, así que asegúrate de mantener tus comentarios con un tono alegre. Trata de invitar a la otra persona a que se “adentre” en la gracia. Este método puede ser un poco arriesgado, ya que el humor de cada persona es diferente y puede que tu comentario no resulte como esperas.