El amor es un tema de dos por ello, cuando te enamoras de otra persona no tienes que dar por supuesto que desea llevar la relación del mismo modo que tú y a la misma velocidad. Cuando hablo de velocidad me refiero, simplemente, a temas tan humanos como el hecho de conocer a sus amigos, o más en concreto, el hecho de conocer a su familia. La realidad es que hoy día muchas personas corren en exceso a la hora de conocer todo el entorno de su pareja.
Se dejan llevar por la velocidad perdiendo de vista que en realidad tal vez no conocen de verdad al otro. Y de hecho, este conocimiento mutuo es una de las cosas más bonitas del amor y de las más necesarias. Conocer a otra persona es algo mucho más profundo que saber cómo se llama su madre o cuántos hermanos tiene. Conocer al otro significa descubrirle en su verdadera esencia.
SEGUIR LEYENDO «Respetar el ritmo de la otra persona»