El baile de las miradas


Existen a nivel nacional una enorme variedad de locales nocturnos donde la actividad “estrella” es el baile. En este entorno de plena diversión, las miradas encierran todo un cortejo de significados. Es el momento ideal para ligar o simplemente establecer nuevas relaciones.

Dentro del lenguaje corporal, el poder de la mirada es lo que más se estudia. Las funciones que cumple la mirada de tus ojos son numerosas; de una parte, supone una fuente de información por sí sola: “la mirada delata”. Además expresa emociones. Por último, es la responsable de aportar la naturaleza de la situación en la que te ves involucrado.

Entras por vez primera en una discoteca perfectamente ambientada, con las luces y colores que invitan a seducir. En seguida te percatas que alguien se ha fijado en tí. Sus pupilas se dilatan, lo que es indicativo de interés y atracción. La acción del parpadeo es continua; esto es seña de nerviosismo e inquietud. Y por fin se establece el esperado contacto ocular, que puede decir mucho…No sólo demuestra confianza y control, sino que en relación a la cantidad de veces que miras a la otra persona y mantienes el contacto, demuestra interés, atención y relevancia, además de darle un significado más profundo a todo lo que dices.

Pasan los instantes y ahora lo que reinan son las miradas de reojo que dan paso a un mayor interés, curiosidad y seducción. Entonces, los cuerpos se van aproximando…todo está listo para empezar a bailar ese ritmo brasileño que suena con tanta pasión.

Los sonidos a modo de percusión vibrante, entre los que destacan los silbatos de las charangas, hacen que los cuerpos se deslicen por la pista de baile. Una mirada más, esta vez profunda e íntima, concluye en la fusión de los labios.