Los fracasos amorosos duelen, sin embargo, son muy pedagógicos porque enseñan mucho y traen consigo grandes lecciones de vida. Con frecuencia, los fracasos amorosos son pragmáticos porque te enseñan aquello que no es el amor y te ayudan a diferenciarlo del sentimiento verdadero. Una persona puede aprender a valorarse más todavía a sí misma a partir de las experiencias desagradables para no conformarse con menos de lo que merece.
Te mereces a alguien que te valore, te respete, sea consecuente en sus acciones y palabras, esté ahí cuando le necesitas… Por el contrario, también te mereces alejarte de alguien que juega con tus sentimientos, te utiliza y no te hace sentir bien. Toma decisiones que te ayuden a crecer como persona y apuesta por un amor que sea una suma y no una carga de negatividad en tu vida.
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