El amor es un juego de dos personas en el que como se suele decir, tres son multitud. Esta es una de las razones por las que para que exista una historia es esencial, únicamente, que exista reciprocidad por ambas partes. Y también, que tanto él como ella tengan la personalidad necesaria como para decidir por sí mismos sin quedar a la espera de la opinión de los demás. Cada persona debe de ser madura y autónoma más allá de que quiera también recibir los consejos de los más cercanos.
Sin embargo, existen historias de amor que surgen en contra de la oposición familiar e incluso de los amigos. Es bonito ver que cada persona puede luchar al cien por cien por los verdaderos deseos de tu corazón, aunque el precio que tenga que pagar por ello sea alto. La apuesta no siempre sale bien, pero sólo se puede disfrutar de la victoria en caso de arriesgar. Es decir, no hacer nada es darse por vencido antes de tiempo y eso sí que es una derrota.
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